Noviembre 24, 2005

El Pez y Yo

El pez y yo

Aquel verano iba todas la mañanas al muelle de la Playa Malvín.

Soñaba con visitar la Isla de las Gaviotas, que estaba a la vez tan lejos y tan cerca.

Cuando algunos barquitos llegaban desde la isla a la playa, le preguntaba a los pescadores que había allí. "No hay nada" decían algunos, otros como estaban muy ocupados en sus redes me contestaban "andate, no molestes".

Pero yo sabía que no me decían la verdad, que habían tesoros escondidos, desde hacía muchos años, por los piratas.

Una mañana, estaba mirando la isla y soñando en conocerla cuando de pronto un pez muy grande se asomó y me dijo "Si tu prometes traerme todos los días una linda lombriz, yo cumpliré tus sueños".

¡Claro que sí! le dije entusiasmado, pero no se nadar y a un barco mi mamá no me deja subir.

Quedate tranquilo, me dijo el pez, tu no vas a desobedecer, solo tienes que cerrar los ojos, y contar despacito hasta diez.

1, 2, 3, .... empecé a contar con los ojos bien cerrados, cuando los abrí, no podía creer lo que veía: estaba sentado en la isla; el pez asomó de nuevo su cabeza y habló así: "solo tienes quince minutos para recorrerla, aprovecha bien tu tiempo"

Salí corriendo lleno de alegría, miles de gaviotas volaban a mi paso. ¿dónde estarán los tesoros?, me pregunté.

Tras unas rocas encontré los restos de un galeón, pero solo quedaban unas pocas maderas, entonces comencé a escavar con mis manos en la arena. ¡Ay! me dí un golpe en la mano contra una tablas. ¡Era la tapa de un cofre!

Mi corazón latía muy de prisa por la emoción; al tratar de desenterrarlo se desarmó y quedaron frente a mi los tesoros más soñados, copas, monedas, piedras preciosas, tomé unas monedas las puse en mis bolsillos y cuando entusiasmado estaba, otra vez apareció mi amigo el pez.

Mi tiempo se había acabado. Cerré nuevamente los ojos y empecé a contar 1, 2, 3, ..... y al llegar a diez estaba nuevamente en el muelle.

¿Me habré quedado dormido? ¡Que lindo sueño que tuve!

Casi sin darme cuenta puse mis manos en los bolsillos y dos monedas muy grandes quedaron ente mis ojos.

El pez y yo

Por cuarta vez asomó el pez "este será nuestro secreto, guárdalas bien y no te olvides de tu promesa".

Todas las mañanas muy tempranito miraba mis monedas, las guardaba y después iba al jardín a buscar una lombriz bien grande.

Una vez en el muelle esperaba que mi amigo se asomara, le daba su lombriz y se marchaba enseguida.

Como te te imaginarás ese fue el verano mas feliz de mi vida.

Ilustraciones de la autora

Escrito por hijos en: Noviembre 24, 2005 07:40 AM | TrackBack
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Comentarios

Felicitaciones!! me hubiera gustado verte cuando lo escribias,me imagino que estabas en Malvin.
No me extraña que Gaby quisiera leerlo.
Se podra visitar la Isla de las Gaviotas?
Vamos?
Bonne continuation!!

Posted by: Avi en: Noviembre 27, 2005 06:12 AM
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