Noviembre 21, 2006
Las Cigueñas
La cigüeñita volvió
aquel verano a su nido
que estaba en la chimenea
tenía sol y tenía abrigo.
Mientras ella empollaba
unos cuantos huevecitos,
su marido le traía
la comida con el pico.
Un día oyó un ruido
debajo de sus alas,
picoteando el cascarón
sus hijitos la llamaban.
Allí en aquel nido
una cabecita asomó,
era el primer polluelo
que la cáscara rompió.
Así fueron naciendo
muchas más cigüeñitas
con sus piquitos muy largos
y sus patas muy flaquitas.
Ilustración tomada de Colectivo Ornitológico Cigüeña Negra
Escrito por hijos en: Noviembre 21, 2006 08:45 PM | TrackBackComentarios
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