Octubre 28, 2004
El Benteveo
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Cuando salí de mi casa
oí que alguien gritaba,
me decía Bicho Feo,
pero no se asomaba.
En medio de unas ramas
al Benteveo yo ví,
le pregunté enojada,
porqué me tratas así.
Yo se que eres muy lindo,
tienes el color del sol,
pero no tienes derecho
a ofenderme con tu voz.
No te enojes pequeña,
te quería saludar,
solo decía "Yo te quiero",
no te quería lastimar.
No entedí tu canto,
perdóname Benteveo,
tambien quiero decirte,
"yo te quiero, yo te quiero".
Ilustraciones de Fede
Octubre 22, 2004
La abejita glotona
Una abejita estaba en su panal
todas las mañanas salía jugar
Como era glotona quería comer
buscaba el polen para hacer la miel
Para conseguirlo tenía que libar
dentro de las flores de aquel lugar
Iba a un duraznero, luego a un laurel
Jugaba un poquito dentro del clavel
Ilustraciones de Lucía (6 años) y Nine
Música, interpretación y arreglos musicales: Guillermo y Marcel
Octubre 14, 2004
Quico y la casa abandonada
A Quico le gustaba mucho ir a jugar a la quinta del Tío Manuel.
Con sus hermanos, primos y amigos salían por los alrededores en fantásticas excursiones.
Un día, cuando atravesaban un campo lleno de chircas muy altas y árboles muy tupidos, encontraron algo maravilloso, ¡una casa abandonada!
Abrieron la puerta, un chirrido muy fuerte les erizó la piel, fue la puerta que estaba oxidada.
Entraron despacito, con miedo y curiosidad.
Quico, que era muy valiente, iba adelante, se protegía con un escudo que había
hecho con hojas de palmera y una espada hecha con maderas.
Había tanto silencio que solo se oía la respiración de los niños. Un ratoncito salió corriendo de su escondite, de pronto se oyeron pasos y el crujido de hojas.
¿¡Quién estaba allí!? Se preguntaron los niños.
¡Qué susto! Ni se movían. Uno de ellos empezó a llorar, tenía miedo.
Pero Quico siguió avanzando. ¡No vayas! le decían sus compañeros. ¡Vamos! decían otros.
Recorrió los cuartos, la cocina y no encontró nada, Eduardo, su amigo iba iluminando todo con su gran linterna.
De nuevo oyeron unos pasos, ¡El ruido viene del garage! dijo Edda muy asustada, y hacia allí fueron.
JA, JA, JA, río muy fuerte Quico. ¿Qué era lo que tanto los asustaba? una vaca blanca con manchas negras como nubes de tormenta. Había quedado encerrada cuando un fuerte viento cerró la puerta.
Era Nubecita, la vaca de un vecino que se había perdido hacía dos días.
Quico y sus amigos la llevaron muy orgullosos a su dueño.
Pedro, su dueño estaba tan contento, que les regaló un canasto de ciruelas recién cosechadas.
Mu, mu, mu decía Nubecita contenta, llamaba a su ternerito que se acercó rapidito a su mamá y se puso a mamar.
Desde ese día, cada vez que Quico y sus amigos querían un vaso de leche visitaban a Pedro que les daba una jarra de leche recién ordeñada.
Ilustraciones de Nine.
Octubre 08, 2004
Como tres niños salvaron la noche
Después de una noche de lluvia intensa y un viento que soplaba muy muy fuerte, amaneció un precioso día , el sol brillaba en lo alto y el aire estaba tibio.
Lucía, Analía y Nicolás, que estaban en Guazubirá, fueron a la playa. Llevaban cada uno un balde, una palita y algún otro juguete.
Caminando por la orilla Lucía encontró una estrella sobre la arena. ¿se habrá caído anoche con el viento? Le preguntó a sus amiguitos.
- Vamos a recogerla, dijo Nicolás.
- Cuidado no la rompas, agregó Analía.
La pusieron con mucho cuidado en un balde. Pero ¡que sorpresa! por aquí y por allá seguían encontrando estrellitas. Las juntaron una a una con mucho cuidado.
Así estuvieron trabajando durante mucho rato, hasta que no quedó ninguna caída en la arena.
Llegaron corriendo a sus casas; Analía le pidió a su mamá una tela grande azul, bien oscura. Nicolás buscó entre sus cosas un frasco grande de cascola. Y así empezaron a pegar una tras otra todas las estrellitas.
Cuando todas estuvieron pegadas, Lucía preguntó ¿y la luna? ¿se habrá caído al fondo del mar? Entonces buscó un papel plateado, recortó una luna y la pegó bien, junto a las estrellas.
Luego como a una cometa la levantaron alto, muy alto.
Nadie supo que había pasado durante la noche, porque los tres amiguitos habían vuelto a poner todo en su lugar.
Pero yo que vi todo te lo cuento. Por eso cuando de noche mires las estrellas esas tres que están muy juntitas, nosotros sabemos que se llaman Lucía, Nicolás y Analía, como nuestros amiguitos.
Ilustraciones de Ale.
Octubre 07, 2004
Presentación
Hola.
A modo de presentación, les quiero contar que este es un emprendimiento colectivo, aunque la autora principal es mi Madre.
Aqui con mis hermanos vamos a ir publicando cuentos que ella le escribió a sus nietos, y que sirvieron para compartir gratos momentos.
Pero estos cuentos quieren seguir su curso, y van en busca de otros, para que los lean, los compartan, los cuenten.
En realidad, no solo hay cuentos, sino canciones, poesías, dibujos.
Las ilustraciones son de la propia autora, de Ale y de Fede, amigos que se han entusiasmado con los cuentos y han aportado su arte a esta experiencia
Serán apreciados todos los comentarios, músicas, ilustraciones y criticas que quieran hacer.
Muy pronto estaremos publicando el primero.
Nos vemos.